Saint Sorlin d'Arves – Vacaciones en la nieve con un encanto tradicional Saint Sorlin d'Arves (1600 m)

El precioso centro de esquí Saint Sorlin d'Arves, a 1.600 metros de altitud y situado en una ladera, parece sacado de un cuento. Los turistas quedan cautivados en el acto por su encanto típicamente saboyano. Granjas con artesonado de madera, calles minúsculas y negocios pequeños, así como acogedores chalés conforman la estética del lugar y garantizan un ambiente muy acogedor en medio de la cuarta zona de esquí más grande de Francia: Les Sybelles.

Mientras que la zona de esquí situada justo en torno a Saint Sorlin d'Arves ofrece 34 pistas con un total de 120 kilómetros y 18 telesillas, además de 2 parques todoterreno, los practicantes de esquí que acudan a Saint Sorlin d'Arves también podrán disfrutar del resto de la zona de esquí de Sybelles, con 310 kilómetros de pistas. La mayor parte de ellas son, sobre todo, descensos de dificultad media. Pero también los principiantes y los verdaderos aventureros tendrán ocasión de disfrutar. Sobre la cima de l’Ouillon, a 2.431 metros de altitud, las 4 estaciones La Toussuire, Le Corbier, Saint Sorlin d’Arves y St. Jean d’Arves se encuentran perfectamente comunicadas.

La Meca de los deportes invernales para familias

La zona de esquí Les Sybelles, con sus diversas estaciones de esquí, se ha convertido en un apreciado centro de deportes invernales para las familias. Su amplia oferta de servicios para el cuidado de los niños, escuelas de esquí infantiles y zonas de prácticas infantiles ha permitido a la región obtener el sello "Famille Plus".

Pero Saint Sorlin d'Arves adquiere una popularidad mayor desde hace años no solo por su oferta relacionada con los deportes invernales. El carácter auténtico y singular de este histórico pueblo de montaña famoso por sus queserías tradicionales atrae a muchos turistas en la misma medida que la amplia oferta relacionada con los deportes invernales. Una cata en una quesería o un paseo por las callejuelas entre comercios regionales y boutiques transmiten al máximo el singular encanto de Saint Sorlin d'Arves. Por la noche, numerosos restaurantes y bares acogedores invitan a la relajación mientras obsequian a los turistas con delicias saboyanas.