Oferta ilimitada de pistas
Méribel está perfectamente conectada a la zona de esquí y a los valles vecinos con un total de 47 remontes y no menos de 15 funiculares modernos y, sobre todo, muy rápidos, por lo que Méribel ostenta el récord de funiculares en una sola zona de esquí. Esto garantiza una excelente conexión de las 75 pistas de distintos niveles con 120 kilómetros de descensos perfectamente acondicionados con los que cuenta Méribel, así como el acceso rápido a todas las estaciones. En toda la estación se encuentran zonas de esquí ideales tanto para principiantes como para profesionales. Para los principiantes, por ejemplos, está el descenso La Rossignol, cerrado a snowboarder para poder dar aquí los primeros pasos sobre los esquís de forma completamente relajada. Para los alpinistas más experimentados están el barranco de Roc de Fer o la zona de Mont-Vallon, en la que se encuentran dos pistas rojas largas muy atractivas que llegan hasta el valle, y los amantes de los fuera de pista podrán disfrutar de descensos espectaculares bosque a través también por encima de Les Allues y Méribel-Centre. La estación de montaña del Mont du Vallon, que se divisa desde la misma Méribel mirando hacia el sur, ofrece unas espectaculares vistas hacia a un parque natural, el glaciar Gerboulaz y las cumbres de los alrededores. Y, desde el funicular más alto de la región parten numerosos descensos fascinantes, entre los que también se encuentran las pistas que llevan a Val Thorens. Además, aquí los esquiadores pueden llegar a las otras estaciones de los valles vecinos a través de las pistas de Tougnette, vom Mont de la Chambre o La Saulire, por lo que pueden acceder en un abrir y cerrar de ojos a los 600 kilómetros de pistas del dominio de esquí más grande del mundo.
A propósito, quien prefiera deslizarse por laderas soleadas puede disfrutar de mañana en el área de Tougnette/Mont de la Challe y de tarde en las áreas Burgin/Saulire y Mont-Vallon.
La zona de esquí de Méribel es también uno de los destinos preferidos de los snowboarder y los amantes del esquí de fondo. Así, los snowboarder pueden disfrutar en Méribel-Mottaret del parque de snowboard Plattières, un parque espectacular de freestyle de 17 hectáreas y más de 1.200 metros de largo con jumps, whoops, rampas y 2 halfpipes. Y el Moonpark de Méribel también ofrece 1.000 metros de largo por 200 de ancho con 4 zonas con una serie cada una de jumps, raíles y boxes.
Practicando esquí de fondo tranquilamente también se puede explorar y disfrutar de la variada zona de esquí de Méribel y, sobre todo, de los impresionantes parajes naturales de sus alrededores gracias a los 33 kilómetros de pista de esquí de fondo perfectamente acondicionados que invitan a practicar también la marcha nórdica.
Méribel también presume de su oferta para los más pequeños con dos guarderías para niños a partir de tres meses y numerosas escuelas de esquí infantiles que imparten cursos de esquí, snowboard, freestyle, esquí de fondo y raquetas de nieve para niños y jóvenes de entre 4 y 18 años. Y, para que los padres puedan disfrutar mientras tanto de sus rutas de esquí, Méribel cuenta además, con un sistema especial que sujeta a los más pequeños al telesilla con un imán, para evitar que se caigan.
Spa, ocio y observar estrellas
La fama internacional y la gran popularidad de las que goza Méribel no se deben solo a su amplia y variada oferta de deportes de invierno, sino también a las innumerables actividades de ocio que pone a disposición de sus visitantes.
Entre sus mayores atractivos de ocio y actividades après-ski se encuentra sin duda el funicular directo que lleva a la ciudad balneario Brides les Bains que anima a relajarse y/o a divertirse en su balneario y en su casino de juego.
Pero en la misma zona de esquí tampoco hay tiempo para aburrirse en los días en que no se esquía, ya que ofrece innumerables actividades deportivas como gimnasia, natación, golf, patinaje sobre hielo, tenis, squash o senderismo de invierno u otras atracciones como bolos, motos de nieve o karts sobre hielo.
Y, para quien prefiera menos acción, puede aprovechar que está a 2.200 metros de altura para observar las estrellas y los planetas desde el planetario, saborear los deliciosos platos de los aprox. 85 restaurantes de Méribel, entre ellos también de cocina marroquí o japonesa, y disfrutar al ritmo de la música de los numerosos clubs, pubs y discotecas que hay para elegir.
Pero no solo eso: a los que les gusta salir de tiendas, además de callejear por los numerosos comercios del centro de Méribel, también pueden disfrutar de un mercado que se celebra regularmente a lo largo de la avenida central de la localidad y comprar productos autóctonos y especialidades de la región.
Además, los que quieran visitar los distintos distritos de Méribel-Centre, Méribel-Village y Méribel-Mottaret, pueden utilizar también cómodamente el así llamado Méribus, que une a las distintas estaciones entre sí. En Méribel existe también una gran oferta de chalets y casas de alquiler con encanto, edificados al estilo tradicional con madera oscura y muros de piedra, así como pisos de alquiler y hoteles de todas las categorías.