Les Menuires, un paraíso para los niños
Ya solo por sus dos complejos infantiles “Piou Piou” situados en los distritos La Croisette y Les Bruyères, Les Menuires es el destino ideal para pasar unas inolvidables vacaciones de esquí con los niños, ya que incluso los más pequeños a partir de 3 meses están allí perfectamente cuidados y entretenidos mientras sus padres disfrutan a su aire de un maravilloso día de nieve. La diversión también está garantizada para los pequeños reyes de la pista, ya que los niños menores de 5 años pueden disfrutar de un forfait gratuito, 4 cintas transportadoras gratuitas y 1 remonte, también gratuito, así como dos zonas especiales destinadas a principiantes para que los primeros puedan empezar a dar sus primeros pasos en el fascinante mundo del esquí o del snowboard.
Centro turístico con un gran programa de actividades
Para que la diversión continúe después de que cierren los remontes o en los días en que no se esquíe, Les Menuires ofrece una amplia oferta de actividades de ocio para todos los gustos. Por ejemplo, se puede disfrutar de una jornada intensa practicando otras actividades deportivas o relajándose en el complejo deportivo de 4.500 m² que se inauguró en 2005 y cuenta con una gran piscina con aquaeróbic y spa, un centro deportivo y de ocio, así como un gimnasio y un oasis de relax. Y, quien prefiera ir de compras, en Les Menuires encuentra también una gran variedad de pasajes y galerías comerciales indoor y outdoor directamente a los pies de la pista con 90 tiendas, 48 bares y restaurantes (16 de ellos en altura), 6 discotecas y clubs, así como 2 salas de cine.
En esquís hasta la puerta de casa
Les Menuires se ha mantenido fiel, y con razón, a su fama de estación de esquí familiar y funcional. De hecho, se puede llegar fácilmente en esquís casi a todos los muchos alojamientos que existen en Les Menuires, tales como hoteles, chalets, apartamentos y pisos de alquiler con espacio para 25.500 huéspedes, por lo que el último descenso suele acabar directamente a la puerta de casa. Además, esta estación saboyana, construida en los años sesenta, ha sabido conservar su encanto y su autenticidad, ya que, exceptuando algunos edificios de arquitectura más contemporánea, la mayoría de los chalets y hoteles siguen siendo fieles a un estilo arquitectónico más tradicional basado en madera y piedra.