El paraíso para los amantes del esquí de fondo
Pero no solo son sus dos pueblos Valmorel y St. François-Longchamp lo que hace que Grand Domaine sea el lugar ideal para pasar unas vacaciones de esquí en familia, sino también el hecho de que la mayoría de sus 103 pistas transcurren por pendientes amplias y suaves de dificultad baja o mediana, sobre todo las que van en dirección a St. François. Además, al lado este de Valmorel hay también unos claros en el bosque que, gracias a la suavidad de su pendiente, son el terreno ideal para principiantes y los que gustan de esquiar tranquilamente disfrutando del paisaje. Pero no solo eso: en Grand Domaine también se ha habilitado una zona exclusiva para principiantes con las mejores condiciones para aprender a hacer los primeros pinitos sobre los esquís.
Mientras que las pistas situadas por debajo de los 2.832 metros de la cumbre Cheval Noir son también, por lo general, de baja y mediana dificultad, en Col du Gollet y Col du Mottet empieza lo bueno para los esquiadores avanzados y profesionales con pistas más difíciles como, por ejemplo, las que bajan de la estación de montaña Cote 2305. Un auténtico reto para los esquiadores más ambiciosos son también los descensos sobre nieve en polvo de las pendientes del macizo Lauzière o la pista Riondet del Cheval Noir.
Y para disfrutar de la nieve al máximo, los 49 remontes de Grand Domaine evitan que se formen largas colas de espera y sus más de 300 cañones de nieve garantizan las mejores condiciones de nieve desde mediados de diciembre hasta mediados de abril.
No obstante, el deporte de invierno por excelencia de Grand Domaine es el esquí de fondo y, de hecho, en los amplios alrededores de St. François-Longchamp no solo hay 60 kilómetros de pistas de esquí de fondo excelentemente acondicionadas, sino que también está la pista de 15 kilómetros “Le Chaussy”, considerada como la más difícil, mientras que en Valmorel se encuentra la pista de esquí de fondo más larga de la región con 20 kilómetros de longitud.
Y, para que los snowboarder también se lo pasen en grande en Grand Domaine, esta zona de esquí cuenta con un parque de snowboard completamente equipado, el funpark SnowZone junto al remonte de Le Gollet, con una halfpipe de 120 metros, muchos slides y jumps, funbox, mini quarter y snowskate, así como una pista de boardercross.
Puro relax es lo que también ofrece Grand Domaine, por ejemplo, callejeando por las calles peatonales del centro de Valmorel que, con sus casas pintorescas, sus intrincadas callejuelas y sus pequeñas plazas, transmite una sensación acogedora poco propia de un pueblo de esquí moderno. Aquí, los esquiadores pueden elegir también entre una gran oferta gastronómica con cabañas con encanto situadas por encima de Valmorel que invitan a almorzar tranquilamente, numerosos cafés con terrazas en el centro de la localidad que invitan a disfrutar plácidamente de los rayos del sol de la tarde y bares y discotecas con sabor propio que animan a despedir el día en buena compañía después del atardecer.
Los visitantes de Gran Domaine lo tienen muy difícil para decidirse por una de las muchas actividades que ofrece esta zona de esquí fuera de las pistas, ya que, además de practicar senderismo, marcha nórdica o caminar con raquetas de nieve por los 60 kilómetros de caminos acondicionados, los más grandes y los más pequeños también pueden patinar sobre hielo, ir en trineo, dar un paseo en moto de nieve, hacer una ruta en trineo tirado por caballos o perros, volar en parapente o incluso escalar por una cascada de hielo. Y los que sigan teniendo ganas de practicar deporte a la luz de la luna, pueden descender por una pista nocturna o tirarse por una pista de trineo nocturna.